Llegué a la escuela-Juan José Rodríguez
Llegué a la Escuela en el año 2002 “empujado” por mi mujer, Adela. Ella había empezado su proceso terapéutico en esta Escuela en el año 2001. Adela insistía constantemente para que yo también iniciara terapia, pero yo daba largas y excusas de todo tipo.
Evidentemente la más “loca” y “desequilibrada” de la pareja era ella y no yo ¿Para qué iba yo a necesitar hacer terapia? ¡Que la haga ella! ¡A mí que me dejen en paz! ¡Yo no quiero líos!
¿Para qué vine? - Lola Martín
¿Qué me encontré? ¿Qué hago ahora en esta Escuela? Llegué a la Escuela Aquí y Ahora en Septiembre de 2009. Aquel era un momento de crisis en varios aspectos de mi vida: en lo profesional, tenía un compañero que me atormentaba y estaba sopesando cambiar de trabajo; en lo sentimental, mi pareja estaba prácticamente rota; en lo personal, no sabía quién era, tras muchos años de hacer con mi vida lo que otras personas esperaban (ser buena hija, estudiante, hermana, compañera, empleada…). Busqué ayuda y guía en la Escuela, para averiguar quién soy en realidad y qué he venido a hacer a este mundo.
¿Para qué vine a esta escuela? por Mayte
Tenía casi 30 años y vivía con mi madre. Esperaba un futuro prometedor que no llegaba. Y mientras esperaba no hacía el proyecto porque también llegaría con el futuro, ni tenía un trabajo estable, ¿para qué? Ya llegaría. Y además tenía casa, comida materna y sueldo paterno. Y estaba ocupada esperando mi futuro.
Claro, por dentro me sentía horrible y empezaba a notarlo hasta yo. Y así llegué a terapia.
¿Qué me encontré?
llegué a la escuela -por Rosario Porras
Llegué a la Escuela decidida a convertirme en terapeuta gestalt, me importaba mucho el título porque coleccionaba diplomas.
Era profesora en una universidad, doctora, aunque profundamente ignorante. Acababa de obtener un título para dar clases de yoga, a pesar de que mi corte energético en el diafragma era tan fuerte, que no podía mantener una respiración abdominal espontánea.
Tenía 33 años, era atractiva y muy seductora.
¿Para qué vine a esta escuela? Nadinne Foret
Tenía 11 años, los atentados del 11-M me mostraron la muerte de cerca y tenía miedo. No dormía durante muchas noches por las imágenes en mi mente de lo ocurrido.
Mis padres y mi hermanastro iban a la escuela, y volvían a casa contentos y hablando muy bien de su terapeuta, Itziar. Yo quería conocerla, y contarle mi miedo, no sabía por qué, pero tenía muchas ganas de estar con ella.
Mi experiencia por David F.
¿Para qué vine a la escuela?
En aquel momento mis razones para entrar en la escuela fueron dos:
- Recuperar la relación con mi pareja, que era alumna de la escuela, y que había decidido dejarme. Yo me contaba que la quería.
- El vacío interior que sentía y que cuando estaba con ella era menos.
Para qué vine a esta escuela, por Nacho
Vine a la escuela buscando una salida del pozo oscuro donde me hallaba, necesitaba encontrarme y superar la crisis en la que estaba. La ruptura con mi pareja sentimental fue muy dura, pero a la vez fue el disparador para buscar algo más, y acabar con ese sentimiento de vacío que me embargaba. No esperaba adentrarme tanto en esta tarea, pensaba como es habitual en mí, pasar de puntillas y escapar de nuevo con la vana sensación de haber curado la herida, sin darme cuenta que ésta era mucho más profunda, y no se arreglaba con un poco de alcohol, bálsamo y unas tiritas.
Mi vivencia... por Florian Wuttke
8 de mayo de 2014: ...En el año 1998 tuve la suerte de entrar en la terapia grupal semanal de José Carlos Alvero, que posteriormente dirigió con Itziar Torrecilla (1999). Había pasado por psicoanalistas, gestalt y otras terapias. Pasaba por épocas depresivas y de euforia, estaba muy poco cuerdo, tomaba muchas drogas y vivía una vida bastante loca, carente de consciencia.
Los talleres impartidos por ellos, vivenciales, me descubrieron una manera de aprendizaje mucho más profunda que integra todos los niveles emocionales, mentales y físicos. Empecé a entender un poco qué es la energía sexual y la relación con mi pareja, que me acompañaba desde el principio.
Llegué a la Escuela- Adriel del Pino
Llegué a la Escuela Aquí y Ahora porque mi madre llevaba años formándose en ella como terapeuta, y dos o tres veces al año hacíamos encuentros de familia con hijos, a los que ella me llevaba.
Cuando cumplí dieciocho años le dije a mi madre que iba a estos encuentros únicamente porque me llevaba ella, porque ella quería, que yo no quería ir más.
Quiero vivir Aquí y Ahora - Isabel Vega
Había tomado una decisión importante en mi vida: “viviré en Nepal un tiempo”, necesito encontrarme, nadie me entiende, estoy en otro dial. Había ido al psicólogo, hecho biodanza y probado otras técnicas pero no me llegaban adentro (son con la lluvia que cala pero no moja) y lo más parecido a este sentimiento que busco lo encontré allí. Ya tenía la ONG, aprendería algo de su idioma y cultura durante un mes para luego vivir en una aldea durante once meses trabajando con ellos. Era la única opción que se me ocurría para dar sentido a mi vida.
Mientras esperaba que llegara este momento, tan solo dejaba pasar el tiempo...
La vida me situó en esta Escuela. Por Víctor Prada
Hace varios años yo no me encontraba bien, buscaba respuestas, tenía momentos de querer matarme (aunque no fuera de verdad), me ponía a llorar viendo la televisión, buscaba relaciones con chicas solo para tener sexo y a la vez vivía como si no estuviera pasando nada. Era muy infeliz, aunque de cara a los demás, todo estuviera normal.
Si tienes tiempo para leer... Por Marta Cano
Todavía me recuerdo llorando en la cocina del apartamento que teníamos alquilado en Villanueva, mientras mi compañera de piso, Josefa, me miraba sin saber qué hacer…
Tenía 25-26 años, y no es que sucediera nada especialmente dramático, o que no hubiera ocurrido muchas veces antes… Pero yo, ya no necesitaba mucho más para sentirme totalmente desbordada… La excusa: que el chico que me gustaba por entonces, para variar no me hacia caso
Josefa Suárez: "La Bienaventuranza fue lo que me trajo..."
La Bienaventuranza fue lo que me trajo a esta Escuela, a la Escuela Aquí y Ahora.
Estaba perdida, dormida, llena de vacíos y complejos ocultos tras idas y venidas a la nevera, colores chillones, el “total black” y el “todo va bien” y el “aquí no pasa nada”.
Vivencia de una alumna - Isabel García
Llegué a terapia en el año 2006. Llegué a terapia buscando ayuda, pidiendo a gritos que alguien me devolviera mi vida. Y gracias a una amiga conocí a Itziar Torrecilla, que entonces se convirtió en mi terapeuta y ahora también mi guía y maestra y a José Carlos Alvero que junto con Itziar fueron nuestros terapeutas de pareja.
Buscaba ayuda porque mi pareja había decidido separarse y a mí, que no había detectado señales previas (no había querido verlas porque la realidad es que eran evidentes), me pilló de sorpresa.
Decidí ir al Centro - Leticia Salazar
Decidí ir al Centro en uno de los momentos de mi vida más críticos que he vivido. Tenía 22 años, acababa de perder a mi madre y a los 19 había perdido a mi padre. Llevaba cuatro meses viviendo en Madrid. Todavía no estaba asentada, sentí que me caía, que yo ya no tenía fuerzas.
Unas amigas mías estaban en la Escuela y les pregunté si podía ir a terapia a que me ayudasen a encontrar la salida. Buscaba a alguien que me ayudase a recomponer mi vida, en ese instante tenía la impresión de caos, de poder caer en cualquier lugar.
Mi vivencia- Ainhoa Gª de Andoin
Llegué a la escuela Aquí y Ahora gracias a la enfermedad. Además de otras somatizaciones, ansiedad, dolores de cabeza..., cada vez que bebía o comía algo que tuviera alcohol me ponía fatal. Me envió la homeópata que me atendía en aquella época, cansada de que lo que me recetaba me hiciera reacción. En esta escuela he aprendido que la enfermedad es un grito del alma, una llamada urgente de atención sobre aquello que necesita ser resuelto en nuestras vidas. La enfermedad es el tipo de grito que no queda más remedio que escuchar.
Para qué vine - Sonia Elda Sánchez
Vine para sanar mi adicción a la comida y superar la separación de mi pareja, acuciada por el alma y la responsabilidad de lo que le estaba entregando a mi hija.
¿Qué me encontré? Me encontré y encuentro infinito amor, ayuda, entrega, paciencia, comprensión... de Itziar, de José Carlos y del grupo de alumnos con los que empecé a caminar hacia la sanación, el encuentro conmigo y con el otro, la aceptación….
Mi vida era vacío...- Adela Martínez
Mi vida era vacío y culpabilidad. Había hecho todas las cosas que mi familia esperaba de mí, cumplía todas las expectativas de esta sociedad a la perfección, todo estaba bajo control... pero yo me sentía desorientada y la mayor parte de mi tiempo me invadía una sensación que yo llamaba aburrimiento. De tanto esforzarme por ser lo que tenía que ser, no había espacio para estar viva, para ser espontánea, para disfrutar.
Vine a terapia buscando alivio. Tenía muy claro que la vida no podía ser esto.
entré en contacto- Marta del Pino
Entré en contacto con la Escuela Aquí y Ahora en el año 2001, en un Taller de Pareja Interna y Sexualidad. Tema conflictivo en mi vida.
Me había separado del padre de mi hijo un año y medio atrás, había pasado por alguna relación más y, en ese momento, tenía un presunto novio tunecino, que resultó (me enteré más tarde) un hombre casado, padre de cuatro hijos.
En fin, dando tumbos.
Transcurría el año 2006 - Javier Muñoz
Transcurría el año 2006 y mi situación personal era la siguiente: Acababa de dejar no hacía mucho (Mayo 2005) mi trabajo en la empresa de publicidad que había tenido. Comencé una formación de yoga y al poco tiempo empecé a dar clases de yoga.
Mi situación de pareja-familia no iba bien, teníamos un niño de 3 años, mi mujer tenía un trabajo muy absorbente por lo que siempre estaba muy cansada y no estaba nada en casa. Prácticamente era yo el que se encargaba de cuidar a mi hijo, además de las labores de casa y de mi trabajo dando clases.