"Prométeme, prométeme hoy mismo, prométeme ahora, con el sol en lo alto justo en el cénit, prométeme: aun si te abaten con una montaña de violencia y odio, aun si te pisan y aplastan como a un gusano, aun si te rompen y destripan, que recordarás, hermano, recordarás que el hombre no es nuestro enemigo.
Lo único digno de ti es la compasión: invencible, ilimitada, incondicional. El odio nunca te dejará enfrentarte a la bestia en el hombre.
Y un día, cuando te enfrentes a esta bestia solo, con tu valor intacto, los ojos tranquilos, llenos de bondad, (aunque nadie los vea), de tu sonrisa nacerá una flor.
Y aquellos que te aman te estarán contemplando a través de diez mil mundos de nacimiento y muerte.
Solo de nuevo, caminaré con la cabeza inclinada sabiendo que el amor es ahora eterno. Sobre el largo y duro camino, el sol y la luna seguirán brillando".
Seguimos en el CAMINO:
"La Verdad nos hace Libres"